Estudiantes boricuas logran llevar al espacio sus creaciones en metal

Escuela de Troqueleria y Herramentaje “Corazon de la Industria”

Se define un troquelero herramentista “Tool and Die Maker” como ese personal especializado en el diseño, construcción, modificación y reparación de herramientas de precisión, dispositivos, calibradores, troqueles, moldes y demás artefactos usados en la industria en la producción de piezas en metal, cartón, plástico y otros materiales. Las competencias adquiridas por nuestros egresados le permiten abrir el abánico de posibilidades laborales en diversos renglones dentro de la industria como los son: Operador de CNC (Computer Numerical Control Machine), Maquinista, Mecánico Industrial, Mantenimiento de Moldes, Diseñador de Herramientas, Artefactos Médicos y Farmacéuticos, Tornero, Artesano (acero inoxidable), Diseñador de Piezas en Solidwork, Esprit, Operador de Torno, Rectificadora, Fresadora, Soldador especialista de diversas aleaciones de metales; entre otras multiples facetas relacionadas. Nuestros egresados son de calibre mundial al punto que ha logrado que investigadores del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico hayan reclutado a estudiantes de esta institución postsecundaria pública para colaborar con el proyecto RockSat X de la NASA. Según a manifestado en entrevistas anteriores Oscar Resto, especialista de Rocket Satellite y catedrático en el Departamento de Física de la UPR, el trabajo que realizan los estudiantes de la ETH “es comparable a otras instituciones y hasta el mismo trabajo de la NASA”. Añade que estos estudiantes tienen una capacidad competitiva que la NASA misma dice y cito: “este es el tipo de profesional que yo quiero que venga a trabajar conmigo”.

En adición nos place tener en diversidad de renglones como el de Artefactos Médicos con el estudiante Miguel Aponte Rivera ubicado en C-Axis empresa donde el 75% de la producción local va dirigida a empresas de dispositivos médicos en la Isla, entre ellas: St. Jude Medical, Abbott, Boston Scientific, Stryker y Medtronic. La institución cuenta con una empleabilidad de un 100% donde los egresados además de ser parte de la fuerza laboral salen con las competencias para desarrollar sus propios negocios de sevicio siendo emprendedores, y claro ejemplo de que la educación pública y técnica desarrolla el empresarismo.

Los requisitos de admisión son: ser graduado o candidato a graduación de una escuela superior o haber aprobado el examen de equivalencia del Departamento de Educación con promedio de 2.00 o más. Haber tomado las pruebas de aptitud y aprovechamiento que ofrece el “College Board” o las pruebas en inglés llamadas “Scholastic Aptitude Test (SAT)”. Y obtener un mínimo de 500 puntos en el área de matemáticas.

Para más información (787)786-1834 con la Oficial de Admisiones o enviar un correo electrónico a d70698@de.pr.gov.

Estudiantes boricuas construyeron equipo para capturar meteoritos

    Participaron en un experimento de la NASA para recolectar partículas de un cometa

     
    
        Desde la izquierda, Luis A. Torres, director, los estudiantes Herry Villafane y Héctor Flores, el profesor Carlos I. Rodríguez, y los estudiantes Ángel Figueroa, Manuel A. Rivera, Nelson D. Rojas, Dixon Mojica y éctor J. Rivera. (Suministrada)

    Por ELNUEVODIA.COM

Un grupo de estudiantes de la escuela de Troquelería y Herramentaje de Bayamón participó en un experimento junto a estudiantes de la Universidad de Puerto Rico (UPR), que entre otros objetivos procuraba recolectar partículas del cometa 109/P Swift Tuttle.

Como parte del experimento la Nasa lanzó ayer un pequeño cohete a una altura de 160 kilómetros, para capturar micrometeoritos que entraban a la atmósfera con motivo de la lluvia de meteoros Perseidas.

El profesor Carlos Iván Rodríguez, quien dirigió a los siete estudiantes de la escuela de Troquelería y Herramentaje que participaron en el experimento explicó que el grupo hizo la parte mecánica del proyecto, en conjunto con estudiantes de la UPR.

“La misión fue un rotundo éxito” dijo Rodríguez. Explicó que el cohete llegó a la altura planificada, para luego caer al mar y ser recogido por la Marina de Estados Unidos, que lo llevaría a un laboratorio de la Nasa en el Wallop Flight Facility, en el estado de Virginia.

Los estudiantes de la escuela de Troquelería y Herramentaje que participaron en el proyecto son:

Manuel Rivera, Héctor Jovani Rivera, Nelson Rojas, Ángel Figueroa, Eric Villafañe, Dixon Mojica y Héctor Flores.  Además del profesor Rodríguez, a los estudiantes los acompañó el director de la escuela, Luis A. Torres Zayas.

El grupo fabricó las piezas del “payload” o carga del experimento que llevó el cohete, en tornos, fresadora (milling machine)  y máquinas CNC, dijo Rodríguez.  Usaron aluminio aeroespacial  para la construcción de las piezas mecánicas del experimento, añadió el profesor.

Contacto con la UPR

El profesor Rodríguez explicó que entraron en contacto con el proyecto gracias a un reportaje publicado por Primera Hora acerca de la escuela.

El profesor de la UPR, Oscar Resto,  se comunicó con el plantel para que participaran en proyectos.

Este es el segundo año que participan.  El año pasado participaron en un estudio sobre aerosoles.

El año pasado cuatro estudiantes de la escuela de Troquelería y Herramentaje hicieron horas de práctica en la base Langley, dijo Rodríguez.

La escuela de Troqueleria y Herramentaje  es un plantel especializado postsecundario del Departamento de Educación. Los estudiantes que admiten son graduados de escuela superior.

Machining In Paradise

 

 

 Article From: 7/27/2009 Production Machining, Chris Koepfer, Editor-in-Chief

 

One medical parts job shop is taking its business to the next level in Puerto Rico with the right CAM system.

Swiss machine interior

 

Shop Owner

After starting C-Axis in 1997 in Minnesota, CEO Jeff Haley moved to open a plant in Puerto Rico in 2003 to take advantage of medical machining opportunities on the island.

CAD part

An example of a complex part programmed in Partmaker CAM software for on of C-Axis’ multi-axis Swiss-types.

Machinist at machine

Machinist Miguel Aponte Rivera represents local machining talent that C-Axis has tapped into in Puerto Rico. Trough extensive training, the company has been able to develop a first class medical manufacturing team.

CAM simulation

Virtual meets reality. An accurate reproduction of the inside of one of C-Axis’ Star ECAS machines lets programming, optimization and simulation be performed off-line.

Among the first thoughts that come to mind when hearing Puerto Rico mentioned are cruise ships, baseball, Piña Colada or any other number of other visages of relaxation or vacation. For many of us, high-tech multi-axis lathes and cutting edge CAD/CAM technology fall pretty low on the list of images that come to mind when thinking of this Caribbean paradise. As it turns out, Puerto Rico is a world leader for medical device manufacturing, shipping well over $2 billion worth of medical devices per year, placing the tiny island U.S. commonwealth 8th on the world list of medical device shipments.

Jeff Haley, the Founder and CEO of C-Axis Inc., a Minnesota-based job shop, recognized the unique opportunity for contract manufacturing of medical devices in Puerto Rico and took the plunge by opening a plant there in 2003, just six years after starting his company in Hamel, Minnesota. Since then, C-Axis’s Puerto Rican operation has flourished; growing to upwards of 50 employees to serve a number of the leading medical device companies with major operations there. Many of the world’s largest medical device companies boast extensive operations on this island including such bellwether names as Medtronic, Stryker, Johnson & Johnson, U.S. Surgical among others. Puerto Rico has been an attractive spot for medical manufacturers for a number of reasons including the island’s accommodating tax code and relatively low labor costs.

The key to C-Axis’s growth in Puerto Rico has been its ability to manufacture complex, hi-quality medical parts very efficiently. To do so, it relies on a bank of six multi-axis CNC mills and Swiss type lathes, the most complex of which is a twelve-axis Star ECAS-20T. Of course, when programming such sophisticated parts on such complex machines, being able to quote, program and set jobs up efficiently is paramount. To achieve this efficiency, C-axis relies on PartMaker CAM software to help automate these processes.

“We focus primarily on the medical device industry. We manufacture parts for the orthopedic, neurological, cardiovascular, arthroscopy, endoscopy, oncology and dental,” says Haley. “Some of our biggest challenges include designing the machining process that meets our quality standards, proving out the processes before breaking into the machines productivity and reducing our set-up times. We need a CAM system that allows us to design and troubleshoot our processes off line. This can all be done on an inexpensive computer versus on a very expensive machine tool. Additionally we can examine and optimize the process prior to even starting the set-up. This way, when we load the programs and setup the machine, we are almost done.”

Breaking In to the Business

Haley, a machining and medical manufacturing industry veteran, started C-Axis in 1997 to fill a need in the market he saw for doing short run, prototype medical machining work that larger shops did not seem to be interested in handling. Of course, just seeing a need and having the expertise and equipment to do the work is not enough to succeed in medical machining.

“The medical machining business is a very difficult business to get into. You need to have a proven track record to be accepted by the major medical companies as they rarely take risks with a new or unproven supplier,” explains Haley. “It can take years to get qualified on a project before the real production begins. In the beginning, our prior relationships with some key customers opened the door. These customers took some chance with our company based on their confidence in our people.”

Having been around medical device manufacturing for years, Haley saw the growth in demand from medical manufacturers with plants in Puerto Rico as his opportunity to leap-frog a number of larger, more established competitors. Though already shipping some product to a customer in Puerto Rico but without any commitment to more work, Haley decided he would take the plunge and set-up a Puerto Rican manufacturing operation to serve the island’s exploding medical device manufacturing sector.  

Overcoming Challenges

Of course, just setting up shop in Puerto Rico, did not mean overnight success for C-Axis.

“Doing business in Puerto Rico has been a significant challenge,” explains Haley. “We always hear in business that cultural differences are very important and can have a big impact on the success of a business. That is an understatement. We have had a very steep learning curve in all areas of doing business in Puerto Rico. Don’t get me wrong here. The culture and people of Puerto Rico are wonderful. It is just different and you need to work it differently as well.”

One way C-Axis has overcome the challenges of doing business in a very different culture such as Puerto Rico has been to bring experienced staff from the U.S. to play important roles in the company. Dan Heule serves as C-Axis Puerto Rico’s plant manager. Heule got to know C-Axis as a vendor while in management for a major medical device company with operations in Puerto Rico. After spending three weeks in Puerto Rico one December in his previous job, Huele didn’t mind trading winter in St. Paul for 80 degree days all year. Another Minnesotan who works at C-Axis in Puerto Rico is Jeff Geronsin, the plant’s CNC programmer. Geronsin joined C-Axis in Minnesota as a programmer in late 2003, and relocated to Puerto Rico full time by the beginning of 2005. In addition to Haley, both Heule and Geronsin have served to import some of the techniques that have made C-Axis successful in medical manufacturing in the U.S. while incorporating aspects of Latin culture to help the company thrive in Puerto Rico. With a nod to “near-sourcing,” most of the work C-Axis Puerto Rico does serves customers with plants on the island.

“The model in Puerto Rico is that the skill level is very limited because operators only run one machine. We expect more diversity,” says Heule. “There is a four year tool and die school in Puerto Rico. We find that Puerto Rican natives have a good work ethic. I’ve been happy with that aspect. As long as they know the basics, we can teach them the rest.”

“The real difference between the United States and here is relationships. The culture is such here that if you just start talking business with your customers it is a real turnoff. You need to begin discussions by talking about personal things like family and what you did on the weekend. I noticed this when I first began visiting here. The interpersonal relationships are very different in a Latin culture versus a mainstream American culture,” explains Heule.

 

Automating the Complexity

Highly automated CAM software has been an important factor in C-Axis’s success because it allows the company to program more geometrically complex parts than their previous programming approach allowed, better utilize the advanced, simultaneous machining functionality of their multi-axis Swiss machines and reduce machine set-up time.

The PartMaker software they use is a computer aided manufacturing (CAM) system that allows the user to automatically generate an NC program for a machine tool from an engineering design. The design can be input into the software via a two dimensional drawing or from a three-dimensional solid model.

Once geometry has been imported into the software, machining operations are assigned to the geometry in order to calculate tool paths. For programming the multi-axis Swiss-type lathes at C-Axis, their system employs a patented “Divide and Conquer” programming approach which breaks a complex part into individual face windows, where each face window contains the features being machined in a particular plane. For example in one window, all turning operations on the machine’s main spindle are programmed graphically. In another window, milling using the machine’s c-axis capability with a horizontally oriented tool may be programmed, while in another a group of features using the machine’s y-axis with a vertically oriented tool may be programmed.

“CAM is essential to what we do. Without capable software, we just would not be able to do as much complex milling as we do. Even basic programming can be done in half the time that it used to take writing it manually versus doing it with PartMaker,” says Geronsin. “For example, if we are milling out pockets and decide to change an endmill size, this software can do the math in seconds which could take hours when programming manually.”

The ability to program more complex parts efficiently has been critical to C-Axis for meeting the demands of the medical device industry. “Medical parts require a level of perfection generally not seen on other types of devices. They are like little pieces of jewelry, because doctors want to see them looking beautiful. The medical field is unique because the cosmetic look of the part is very important to customers. As a result, we’ve had to get into doing surface machining our Swiss machines. Without this sophisticated software package, we’d have had to ‘no quote’ those components,” says Geronsin.

The geometric complexity of the medical parts C-Axis is making is compounded by the complexity of their multi-axis Swiss type lathes. Two of their Swiss machines, a Star ECAS 20 and ECAS-20T require three simultaneous CNC programs to be written to support the machines’ numerous axes. A CAM system for these machines must allow the user to quickly synchronize the machine’s numerous programmable axes to achieve the most optimal cycle time. The software does so by deploying a unique, Visual Synchronization technology that allows the programmer to choose a diagram of the synchronous strategy he wants to use, such as cutting with one tool on the main spindle while another tool is cutting on the sub-spindle, or cutting on the main spindle while the part is being supported on one end by the sub-spindle.

Once the synchronization strategy has been set, the software displays a visual time study, showing the amount of time being spent on the main spindle, the amount cycle time on the sub spindle, and the overall cycle time incorporating overlapping machining time. The results are shown in the form of histogram that clearly indicates where additional opportunities for time savings exist. If the programmer has tried to synchronize operations in a manner his machine cannot handle, the software will point out the error before allowing him to proceed. The software then automatically inserts wait codes in an NC program saving a measurable amount of programming time.

“One of the most beneficial aspects for C-axis is the software's ability to do complex tasks like place all the wait codes on a three channel system without the machine alarming out,” states Geronsin.

Once the process of developing tool paths and performing process synchronization is complete, the part can be simulated on screen in a vivid 3D simulation. This allows the programmer to see what the part will look like before committing machine resources. It will also detect any tool collisions or machine crashes. With parts getting smaller and more complex, this visualization capability is critical. “Through simulation, you have the ability to visualize your part and make adjustments without shutting down a machine,” explains Geronsin. 

More Accurate Quoting

“In our business it is very easy to underestimate a project. Unfortunately, when you do that you usually get the job. Every machine shop will tell you that they have a few losing jobs. How much does that cost? Or how comfortable are we to approach a customer to advise them that we underestimated the job and will have to increase prices?” asks Haley.

PartMaker employs a knowledge based machining approach which stores a shop’s specific knowledge of tooling, materials and feeds and speeds allowing it to automatically apply the machining expertise of its people from one job to the next. This technology lets the software learn from the user and as a result generate more accurate time studies for a part as a byproduct of the programming process.

“After we have optimized the software settings to match our machine tools, materials and tooling we are able to get accurate cycle times for use in quotations. This has been a huge advantage for our company. If you have not or are not making a similar part and use conventional methods for developing cycle times you are only guessing,” explains Haley.

Estudiar con gusto y trabajo seguro con la Escuela Troquelera y Herramentaje de Bayamón 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

José Díaz (izquierda) tuvo una afinidad por la operación de maquinaria troquelera, ya que desde pequeño trabajó en el machine shop de su tío.  (Para Primera Hora / Rafael Pichardo)

 

viernes, 3 de febrero de 2012 
Rosita Marrero / Primera Hora

 

 

 

En Puerto Rico existe una escuela pública de la que muchos puertorriqueños desconocen su existencia. Es la Escuela Troquelera y Herramentaje de Bayamón, que tiene una matrícula muy limitada de estudiantes, cerca de 25 al año, a los que se le requiere tener un diploma de cuarto año y un promedio mínimo de 2.00 puntos.

   

El director, José M. Pérez Gómez, indicó que desde su fundación, en 1969, han graduado unos mil estudiantes.

“Nuestros egresados suplen sólo el 50 por ciento de la demanda de la industria, el otro 50 por ciento, los tienen que traer de afuera”, acotó.

El profesor Jose Baéz, del Taller de Rectificadora, explicó, por su parte, que el troquel es una pieza cortante que a través de un movimiento descendente y ascendente, en la mayoría de los casos, toca una pieza como la tapa de los receptáculos (eléctricos).

La materia prima, dijo, es una plancha que está derechita. “Una vez el troquel la corta, la dobla a su medida, para conectarlo con otras piezas que forman la caja eléctrica. Se unen las piezas y forman un producto”, explicó.

“Esto corre en una máquina troqueladora, una prensa. Para los carros, hay máquinas tan grandes para hacer las capotas, los guardalodos, las puertas... Uno hace cualquier pieza pequeña, en metal, que quepa dentro de un espacio”, indicó.

Los estudiantes tienen que tener una buena base en matemática, trigonometría, geometría y algo de álgebra, porque deben manejar mediciones precisas ya que tienen que hacer lectura de planos .

“Muchas veces el plano no trae medidas completas y con trigonometría puede sacar las medidas”, dijo.

 

 

Única en su tipo

El profesor Jorge Luis Gavillán, egresado de la escuela en el 1974 y maestro desde 1985, indicó que la institución es la única en su tipo en Puerto Rico y una de cuatro de las que existen en Estados Unidos. Una es en Míchigan, que sirve a la industria automotriz, y otra en California, para la industria de la aviación.

En Puerto Rico se fabrican piezas de metal y plástico para las farmacéuticas y la General Electric, por lo que los egresados de la Escuela Troquelera tienen trabajo “asegurado” cuando salen a la calle.

Baxter, por ejemplo, utiliza bolsas plásticas y todo lo que tenga que ver con sueros e inyecciones.

“Troqueleros” por tradición o afición

Francisco Caragol, de Caguas, se graduó de un bachillerato en contabilidad de la Universidad de Puerto Rico en Cayey.

“Me gusta bregar con los números, esto es una profesión que requiere mucha matemática, mucha dedicación. Me gusta el reto de poder crear, en vez de estar en un escritorio bregando con planillas, dijo.

“Estuve un año en la calle buscando trabajo. No conseguí. Ya estamos terminando y me siento bien preparado. Me han hecho ofertas en Tool and Dye Maker y en varios Machine Shop en Cayey y Aibonito, para reparación de muebles, pero quiero salir con mi diploma”, acotó.

Alex Aponte aprendió con su papá a bregar con todas estas máquinas, ya que trabajaba en un machine shop en Barranquitas como, por ejemplo, rectificar una tapa de válvula de un carro para usarla otra vez.

“Estudié hasta cuarto año. No me atraía la universidad. Un curso como el que estoy tomando es el que me satisfacía”, dijo.

Jose Díaz relató que desde pequeño ha estado metido en un machine shop, bregando con piezas de carro, porque su tío tenía uno.

A Alex le interesa montar su propio negocio.

¿Qué es un machine shop?

Un lugar donde se reparan piezas de carro. También se diseñan piezas.

Héctor Cruz ingresó a la escuela porque “le gusta la mecánica... las motoras.”

“Me desempeño bien. He aprendido lo suficiente y puedo conseguir un trabajo”, afirmó.

Ángel Figueroa entró a la escuela, luego se fue a estudiar ingeniería y regresó.

“Me gustan las máquinas, hay más reto”, dijo.

Hay tres generaciones en la familia de Caleb Vázquez que “hacen moldes”. “Esto corre en la familia. Mi papá y mi abuelo trabajaban con piezas y en cruceros”.

Héctor Flores relató que desde chiquito le llamaba la atención el piñón del reloj y los motores eléctricos. Los desmontaba. “Cuando abres el reloj y ves todos esos piñones...”.

 

 
Movida manufacturera
22 Junio 2011

La empresa C-Axis anunció ayer una inversión de $2.8 millones en maquinaria y equipo, y la creación de 32 nuevos empleos en Caguas en un periodo de 24 meses.

C-Axis se dedica a la manufactura de piezas de alta precisión para equipos médicos. El 75% de la producción local va dirigida a empresas de dispositivos médicos en la Isla, entre ellas St. Jude Medical, Abbott, Boston Scientific, Stryker y Medtronic.

Daniel Heule, gerente general de C-Axis Puerto Rico, explicó que la inversión responde a la mudanza de sus operaciones de un local de 5,000 pies cuadrados, propiedad del municipio de Caguas, a un edificio de 22,000 pies cuadrados de la Compañía de Fomento Industrial (Pridco, en inglés).

“Con una inversión de $2.8 millones en maquinaria y equipo, y la creación de 32 nuevos empleos, C-Axis está expandiendo y trasladando sus instalaciones a un espacio de manufactura más grande, para aumentar su producción y cumplir con la demanda de piezas de alta precisión para equipos médicos en la Isla. Actualmente, C-Axis emplea a 24 personas en sus facilidades”, expresó el gobernador, Luis Fortuño, quien hizo el anuncio junto a la gerencia de la empresa.

La nueva sede de C-Axis estará a solo pasos del lugar donde se establecieron por primera vez en Puerto Rico en el 2003, en el Parque Industrial Valle Tolima, en Caguas. Jaime Morales, secretario de Desarrollo Económico del municipio, explicó que el local que ocupa C-Axis se ideó para albergar empresas pequeñas y medianas de alta tecnología.

El edificio de Pridco que arrendará la empresa se encuentra desocupado y ha sido objeto de vandalismo, por lo que la mudanza a las nuevas instalaciones demorará algunos meses. La corporación pública otorgó un incentivo de $500,000 para la reconstrucción del lugar. Por su parte, Heule espera poder inaugurar las nuevas instalaciones en diciembre.

El secretario del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio, José Ramón Pérez-Riera, expresó que “nuestros incentivos contributivos y económicos, además del inventario de bienes raíces de Pridco, han sido claves para viabilizar la ampliación de sus operaciones en Puerto Rico”.

Añadió que esta nueva inversión fortalecerá la cadena de suministro del sector de dispositivos médicos en Puerto Rico, ya que permitirá que C-Axis aumente significativamente su capacidad como suplidor clave de piezas de alta precisión que cumplen con los parámetros que exige la Organización Internacional para la Estandarización (ISO, por sus siglas en inglés) para la industria de dispositivos médicos, como ISO 9000-2008 e ISO 13485.

El presidente de C-Axis, Jeff Haley, mencionó que la empresa se estableció en Puerto Rico hace unos siete años, para satisfacer la demanda de las empresas de dispositivos médicos en la Isla. “Las compañías grandes no pueden ser buenas en todo, así es que compran algunas piezas a empresas que son expertas”, explicó Heule, quien enfatizó que la capacidad para responder rápido a las necesidades de los clientes en Puerto Rico es una de las ventajas competitivas de la empresa que dirige.

Heule señaló que el recurso humano que requiere C-Axis Puerto Rico, Inc. es altamente diestro y de difícil reclutamiento. La empresa recluta sus empleados de obra de la Escuela de Troquelería de Puerto Rico y los envía por un año a su planta matriz en Minneapolis, para un adiestramiento intensivo en técnicas de micromaquinado. Así, el capital humano es de alto valor para la empresa y sus salarios sobrepasan sustancialmente el promedio de los sueldos de la región de Caguas.

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Este artículo fue realizado por el Periódico el Visitante para dar a conocer nuestra institución a nivel isla.
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